REFLEXIONES

EN ESTA SECCIÓN SE ENCUENTRAN ALGUNAS DE LAS REFLEXIONES DE MI QUEHACER DOCENTE.

La practica docente la considero el arte de esculpir el cuerpo, la mente y el espíritu de los estudiantes. No es una tarea fácil y además se aprende por ensayo y error. Es un trabajo incansable en el que todo el tiempo estamos contestando preguntas, aclarando dudas, tratando siempre de conocer sus inquietudes e incluso en ocasiones hasta indagar en sus problemas para poder establecer una buena relación maestro-alumno. Ya que la comunicación no se puede realizar nada, una experiencia que me es grato recordar es que cuando a los chicos se les llama por su nombre se crea un clima de confianza en el aula y se trabaja mejor.

Una de mis principales preocupaciones  es la preparación de la clase, buscar el sentido de la misma y prepararla de tal manera que no les aburra y puedan aprender  el sentido más significativo del tema. A los alumnos les gusta mucho los trabajos manuales, las canciones, los vídeos, dibujar, elaborar maquetas, escenificar, dinámicas, etc.

Cada generación es distinta y por lo tanto nuestra manera de dar la clase también debe ser distinta, debe ajustarse a las características de generación del momento, por lo tanto como maestros debemos estar al día con las innovaciones tecnológicas, del conocer los intereses de los alumnos, de todo aquello que acontece a su alrededor, para poder entenderlos, ayudarlos y lograr los aprendizajes que se necesitan. A pesar de que cada generación es distinta, las actividades lúdicas no dejan de estar fuera de moda, siguen siendo las preferidas de los estudiantes.

Sin lugar a dudas, cada grupo es distinto por lo tanto con dada uno inicio la clase de manera distinta, creo que es una de las habilidades que los profesores vamos desarrollando con el paso del tiempo, la capacidad de improvisar.

Quizá nuestra profesión no nos brinde remuneraciones millonarias, pero si nos brinda grandes satisfacciones con nuestros alumnos, cuando los encontramos en la calle y nos saludan con mucho cariño, o bien cuando nos visitan en la escuela para darnos las gracias por nuestras enseñanzas.